"No darás testimonio falso contra tu prójimo."
La Iglesia enseña que "una vez que Dios es el «Verdadero» (Romanos 3:4), los miembros de su pueblo son llamados a vivir en la verdad" y testimoniar la verdad revelada por Jesús y manifestada totalmente por Jesús. Por eso, de acuerdo con la Iglesia, las violaciones y ofensas a la verdad son pecados y tienen diferentes grados de gravedad, dependiendo de las "intenciones de quien comete y los daños sufridos por sus víctimas." A continuación se enumeran los delitos o violaciones:
Falso testimonio y perjurio: declaraciones hechas públicamente ante un tribunal por obstruir la justicia, condenando a los inocentes o exonerando a los culpables, o aumentan la pena del acusado.
Juicio temerario o precipitado: creer y admitir algo como verdadero, sin pruebas suficientes, en divulgaciones que acusan a otros de los defectos morales.
Maledicencia: la difusión de los "defectos de los demás a las personas que no hacen caso", sin razón objetivamente válida.
Calumnia: mentir para dañar la reputación de una persona, proporcionando oportunidades para que otros puedan hagan juzgamientos falsos acerca de la persona calumniada.
Halago, adulación o complacencia, "alienta y confirma a otro en los actos maliciosos de su maldad y su conducta," puede ser, entre otras cosas, un "discurso para engañar a otros para beneficio personal."
Jactancia, vanagloria, presumir, alardear o burlarse: discurso que solo honra a sí mismo y deshonra a los otros.
Mentira: es "decir lo que es falso con la intención de engañar" siendo por eso la "ofensa más directa a la verdad" porque la contradice. El Catecismo afirma que la mentira, al dañificar "la relación del hombre con la verdad y con el prójimo, [...] ofende la relación fundamental del hombre y de su palabra con el Señor".
La Iglesia exige que los que han manchado la reputación de los demás tienen que reparar las falsedades que han sido comunicadas. Sin embargo, la Iglesia también enseña que toda persona tiene derecho a la privacidad, por eso que no hay necesidad de que una persona revele una verdad a alguien que no tiene derecho a saberla. Los padres tienen prohibido violar el secreto de la confesión, independientemente de cualquier circunstancia o razón y no importando cuan grave sea el pecado o su impacto en la sociedad. Cualquier padre que viole el secreto de la confesión incurre en excomuniónlatae sententiae, esto es, "por el hecho mismo de violar la norma". Incluidos en la enseñanza de la Iglesia sobre este mandamiento está el requisito que los cristianos den testimonio de su fe "inequívocamente" en situaciones que lo requieran. Está condenado el uso de las nuevas tecnologías por parte de individuos, empresas o gobiernos para propagar mentiras
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